jueves, 21 de febrero de 2013

Para la familia de Edith no es una historia de amor si no un cuento de terror donde, según sus propios comentarios, resalta la locura y la traición...

Una boda siempre es motivo de alegría, bueno al menos la mayoría de veces, pero el caso de Edith Casas y Víctor Cingolani es una de las pocas excepciones ¿Por qué? Porque tan solo unos años atrás Víctor fue condenado a 13 años de prisión por el presunto asesinato de Johana, nada menos que la hermana gemela de Edith...
Se casó con el asesino de su hermana gemela

Parece ser que mientras Víctor salía con Johana también sostenía una relación con Edith. Según él, eran idénticas en su forma de ser, caminar y reír. Y aunque fue apenas en 2010 cuando se dicto juicio contra Víctor, Edith acepto casarse con este afirmando que él es inocente. El abogado de Víctor salió a la defensa de su cliente tachando como único culpable a Marcos Díaz, otro novio de Johana, teniendo como pruebas algunas colillas de cigarro encontradas cerca del cuerpo de Johana.

La boda se llevó acabo el 14 de Febrero, eso si el novio fue recibido entre huevos y piedras, además de voces enfurecidas gritando a coro ¡Asesino!. Después el recién casado regreso a la prisión. Como era de esperarse en la localidad de Pico Truncado, en Argentina la extraña idea no fue bien recibida. El padre de las gemelas Casas dijó: “Para mí murieron las dos. Johana está con Dios y Edith con el diablo”.

Después de la boda, los novios comentaron que les hubiera gustado que la boda fuera en paz, ya que no entiende la situación en que vive su familia. Edith mencionó: “Me caso con el hombre que amo, no con el asesino”.

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