martes, 10 de julio de 2012

El cementerio más caro del mundo.. porque con dinero las penas son menos.

La muerte no tiene por qué ser un asunto sombrío, especialmente para los vivos, y en un nuevo cementerio de Singapur, se puede despedir al difunto al estilo de un concierto de rock o depositar las cenizas entre luces y cánticos budistas.
Un lugar de descanso para los bolsillos pudientes

El camposanto más caro del mundo se llama Nirvana Memorial Garden y se encuentra en Singapur. En él, basta con apretar un botón para que un mecanismo coloque la urna llena de cenizas sobre un pedestal. Mientras, una voz previamente grabada entona cánticos y bendiciones budistas. Por ello, entre otros servicios, es considerado el cementerio más lujoso del planeta.

Para que las familias puedan acceder al sepulcro durante sus visitas, se les entrega una tarjeta magnética electrónica. Cuando la urna de su familiar es colocada frente a la estatua de Buda, mediante otro botón se ilumina en la oscuridad y sube a un piso superior para quedar guardada. Una vez colocada la urna frente a un estatua de buda llena de LEDS, la persona elegida toca otro botón y un sistemas de láseres la ilumina en la neblina, simulando que el cielo se abre para permitir la subida al Paraíso, que está en el piso superior, donde un columbario guarda las urnas al estilo caja de seguridad de un banco.

Quién tenga la desgracia de haber pasado horas en un cementerio occidental, convendrá en que son lugares que, además de aburridos, dan mal ambiente, pero con un poco de luz y color, las penas pueden ser menos.

El Nirvana Memorial Garden de Singapur es el cementerio del futuro. Un lugar donde no sólo los muertos lo pasan muy bien, sino también sus familiares. Y ayuda que seas budista, que son más desprendidos para estos temas del cambio de mundo.

Cuando termine de ser construido, en 2011, tendrá capacidad para 50 mil nichos y constará de 11 suites diseñadas conforme a los preceptos del feng shui. Se estima que el costo total de la edificación será de aproximadamente 22 millones de dólares. 

La compañía encargada de su establecimiento planea inaugurar un restaurante para servicio de los visitantes. También trabaja en un sistema para enviar recordatorios vía correo electrónico. Éstos sugerirán a las familias asistir a los aniversarios luctuosos y otras fechas importantes.

En el Nirvana, a diferencia de la mayoría de las ceremonias fúnebres budistas que siguen a la cremación, no hay ningún monje ronco agitando un puñado de inciensos entonando cánticos bulliciosos.

El cementerio se encuentra ambientado con un novedoso sistema de luz y sonido, cuyo valor ronda los 2 millones de dólares. 

Por supuesto el dinero no esta reñido con la religión, y también hay zonas destinadas a otras religiones.

Este no es un lugar para que la gente venga sólo una vez al año para visitar a sus padres o familiares, ya que el entorno ayuda a que los deudos vengan las veces que les sean posibles.

Porque no hay nada como descansar tranquilo y rodeado de lujos, aunque al final en el fondo de la fosa, llevaremos la misma vestidura..

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