lunes, 14 de noviembre de 2011

La verdad sobre uno de los animales más resistentes del planeta..

Según desvela el libro ‘The Cocroach Papers’, escrito por Richard Schweid, un tipo que no le da asco las cucarachas, está fascinado por este peculiar insecto, ya sea blanca o negra.
Los secretos de la cucaracha

Aunque se dice que las cucarachas son el único animal que sobreviviría a una guerra nuclear, no es del todo cierto, pues muchos insectos, como la mosca y la avispa parásita, soportan niveles de radiación mucho más altos que la cucaracha común, pero sí es verdad que el repugnante bicho que habita nuestras cocinas, sobreviviría a una radiación doce veces superior que un ser humano.

Richard Schweid afrima que cuando una cucaracha siente una brisa que va acariciando los pelos de sus antenas, no espera a ver qué es lo próximo que va a suceder, sino que se lanza inmediatamente a buscar el refugio más cercano. Una cucaracha puede responder en la vigésima parte de un segundo , de modo que cuando una persona aún no ha sido capaz de registrar el encendido de una luz, la cucaracha ya ha tenido tiempo de encontrar un escondite.

Las cucarachas son capaces de comer prácticamente cualquier cosa, incluyendo pegamento, heces, pelo, hojas caídas, cuero, piel de plátano, otras cucarachas y humanos vivos o muertos.

Lo que no comerán jamás son pepinos y su comida favorita es la leche seca que queda alrededor de los labios de un bebé.

Las cucarachas también pueden presumir de una vida sexual intensa y activa. Su relación sexual puede durar más de una hora, tiempo tras el cual la hembra puede guardar el semen de su compañero para utilizarlo cuando mejor le aproveche.

Por si fuera poco, ciertas especies de cucarachas también pueden reproducirse sin necesidad de un macho: los huevos sin fertilizar de las hembras pueden desarrollarse y convertirse en nuevas hembras, todo ello sin mediación aparente del Espíritu Santo.

El mejor método para atrapar una cucaracha es empapar un trozo de pan en cerveza y meterlo en el fondo de un tarro, según explica el libro. Impregnando las paredes internas del bote con vaselina, el bicho será capaz de entrar pero no de salir. Este método puede ser más caro y lento que el exterminio con insecticidas.

Según explica un experto en control de plagas en el libro, que las personas pueden gastar una fortuna en insecticidas, que eliminan a estos incómodos huéspedes y cundo ven montón de cadáveres en el piso, no saben que en realidad fueron engañados: "Una vez que el veneno se extienda lo suficiente entre la comunidad las cucarachas serán capaces de desarrollar algún tipo de resistencia”. El resultado será que el producto será más nocivo para los humanos que para las propias cucarachas.

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