martes, 22 de marzo de 2011

Demandaron al camarógrafo de la boda, porque le hizo el trabajo a la maldita sea.

En la filmación hay tomas de los novios tan lejanas que no se ven las caras, un pedazo de pasto de cuando apoyó la cámara en el piso y hasta de personas que no habían sido invitadas a la fiesta.
Una boda de locos



Martin Shubrook, de 34, y su esposa Heidi, de 29, demandaron a Clayton Bennett, el tipo que fue contratado para filmar su casamiento, porque no grabó con su cámara, ni en el momento de la firma en el registro civil, ni en el corte de la torta, ni en sus primeros pasos fuera de la iglesia. Nada estaba registrado.

El juez de Durham, Inglaterra, le ordenó devolver los 350 Euros que cobró por su trabajo, más 150 por las molestias ocasionadas a la pareja.

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