Aunque no era un plan tan pésimo para escapar de la prisión, sólo hubo un pequeño detalle o más bien un gran detalle: se atoró en el hueco de escape.
Barriga le impide fugarse de prisión
Para colmo de las desgracias, los bomberos tuvieron que llegar a rescatar al preso Rafael Valadao, de 100 kilos, cuando su enorme barriga le impidió escapar,
como cuando Winnie the Pooh come tanta
miel en casa de conejo que se atasca por culpa de su barriga.
Los guardias agravaron la vergüenza del preso cuando lo rodearon y comenzaron a reírse mientras intentaban sacarlo.
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