En determinadas regiones de Rusia las temperaturas pueden
ser tan extremas que salir a la calle puede convertirse poco
menos que en un suicidio.
Agua por la ventana a -41 grados
Para demostrarlo este hombre lanza un poco de agua hirviendo por la ventana´con una temperatura exterior de -41º centígrados. El resultado es espectacular, el agua en ebullición se transforma en menos de un segundo en pequeños cristales de hielo que generan una nube de agua que el viento se lleva volando.
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