El cachorro ahora ha doblado su peso, pero sigue siendo uno de los perros más pequeños del mundo y, cuando cumpla un año, podría superar en pequeñez a los actuales campeones.
Un perro de porte de un esmalte de uñas
El perro ‘Meisy’, después de tres meses, ha
sobrevivido gracias a los cuidados de su dueña, que incluso faltó al trabajo para
alimentarlo en dosis minúsculas.
Ahora, su peso supera los 90
gramos y esto podría convertirlo en unos meses en el perro más pequeño del mundo. De momento, compite en enanismo con otros perros salchicha y chihuahua. Sus dueños no sabrán quién tiene el perro más pequeño hasta que no cumplan un año y no crezcan más. Podrían superar a los actuales campeones, un chichuaha de 10 cm de alto y otra de 15 cm de largo.
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