En una curiosa movida que pareciera ser parte de un truco promocional de marketing, el productor y director Bil Bungay, organizó una masiva sesión de exorcismo para liberar a su película "Cuando las luces se apagan" de lo que él considera una "maldición del demonio"
Una película afectada por el demonio
Luego de dos extraños acontecimientos, en los que la proyección de su
film se vio interrumpida por apagones energéticos, Bungay concluyó que
la película estaba maldita y era necesario exorcizarla, sacarle los
demonios que impedían que se proyecte sin cortes.
Fue entonces que organizó una sesión de exorcismo, que contó con la ayuda y presencia de 100 personas, todas ellas, amigas y conocidos del cineasta.
Los dueños del cine restaron importancia a los dichos del director y explicaron que los cortes de luz son frecuentes en la zona del cine, cuando hay mucha demanda de energía para calentar los hogares del barrio. De todas maneras, dejaron al director realizar el exorcismo, y todos felices.
Los dueños del cine restaron importancia a los dichos del director y explicaron que los cortes de luz son frecuentes en la zona del cine, cuando hay mucha demanda de energía para calentar los hogares del barrio. De todas maneras, dejaron al director realizar el exorcismo, y todos felices.
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