Sin duda la humanidad está plagada de idiotas, que presumiendo de machos superpoderosos, ponen su apestosa vida en la otra orilla...
Las tres muertes más estúpidas de la historia
No se murió cómo quería
En Francia, Jacques LeFevrier quiso asegurarse de su muerte cuando intentó el suicido.
Fue a la cima de un acantilado y se ató un nudo alrededor del cuello
con una soga. Amarró el otro extremo de la soga a una roca grande.
Bebió veneno y se incendió la ropa. Hasta trató de dispararse en el
último momento. Saltó al precipicio y se disparó al mismo tiempo. La
bala no lo tocó pero al pasar cortó la soga sobre él. Libre de la
amenaza de ahorcarse, cayó al mar. El repentino zambullido en el agua
extinguió las llamas y le hizo vomitar el veneno. Un pescador caritativo
lo sacó del agua y lo llevó a un hospital, donde murió… de hipotermia.
Uno detrás del otro
Seis personas se ahogaron mientras trataban de rescatar una gallina, que
se había caído en un pozo en el sur de Egipto. Un joven campesino de 18
años fue el primero en bajar al pozo de 20 metros de profundidad. Se
ahogó, aparentemente después que la resaca lo sumergió, dijo la policía.
Su hermana y dos hermanos, ninguno de los cuales sabía nadar bien, bajaron
uno por uno para tratar de ayudarlo, pero también se ahogaron. Luego
llegaron dos campesinos a ayudar, pero también ellos fueron víctimas de
la resaca. Los cuerpos de los seis fueron sacados más tarde del pozo de
Nazlat Imara, al sur de Cairo. También sacaron a la gallina. Ésta última
sobrevivió.
Un macho menos..
Un campesino polaco, Krystof Azninski, podría clasificarse como el
hombre más “macho” de Europa, al decapitarse él solo. Azninski, de 30
años, había estado bebiendo con unos amigos, cuando alguién sugirió que se
desnudaran y jugaran algunos “juegos de hombres”.
Comenzaron por golpearse unos a otros en la cabeza con palos, pero
luego un hombre cogió una sierra mecánica y se cortó la punta del pie.
No queriendo quedarse atrás, Azninski tomó la sierra y gritó “¡Miren
esto, entonces!” giró la sierra eléctrica hacia su propia cabeza y se la
cortó. “Es raro” dijo un compañero “porque cuando era joven, le gustaba
ponerse la ropa interior de su hermana. Pero murió como un hombre”.
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