Un invento de Dave Smith, podría terminar con el problema de agitar violentamente la botella, con la esperanza de que caiga lo que queda de ketchup, gracias a LiquiGlide, un
recubrimiento hiper-resbaloso, que permite que cualquier tipo de alimento
resbale y no se quede pegado en el bote.
Aprovechar el ketchup hasta la última gota
El material fue desarrollado durante dos meses. Aunque puede que sacar
los condimentos de su botella parezca un asunto menor entre los grandes
problemas del mundo, de todos modos sería una revolución para la
industria de los alimentos y los consumidores, que dejarían de perder
esos gramos, que inevitablemente se van al basurero.
Smith describe el LiquiGlide, como un “líquido estructurado – es rígido
como un sólido, pero es lubricado como un líquido”. Puede utilizarse no
sólo en botellas plásticas, sino también de vidrio, y puede aplicarse de
distintas maneras.
El material no es tóxico ni contamina la comida. Originalmente, la idea
era investigar una manera de hacer un material de recubrimiento
anti-congelamiento, para cañerías o parabrisas. De a poco la idea derivó
en un recubrimiento para botellas con propiedades resbalosas.
El material ya está listo y aunque todavía no ha sido vendido a
fabricantes de condimentos, va por buen camino. La semana pasada, el
LiquiGlide ganó el segundo premio en la competencia de emprendimiento
100k, donde también ganó el premio del público.
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