viernes, 2 de diciembre de 2011

Un accidente lo dejó sin un dedo, pero encontraron la forma de devolvérselo..

James Byrne, de 29 años, le injertaron en la mano el dedo gordo de su pie, después de haberse roto su pulgar, mientras aserraba un trozo de madera en su taller.
Un dedo nuevo para su mano

La vida de James Byrne cambió en diciembre del año pasado, cuando un accidente de carpintería lo dejara sin su pulgar izquierdo. Los cirujanos habían tratado de primero coser el dedo original, pero no fluía la sangre a pesar de meses de tratamiento, así que no hubo otra opción que utilizar el dedo del pie.

Ya han pasado dos meses de la operación y aunque no podido doblar el pulgar todavía, esperaba hacerlo pronto. Está feliz, pues va poder trabajar muy pronto.

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