La joven, identificada como Shannon, toma un trago de combustible de un galón, en un intento de alimentar su adicción a la gasolina.
Adicta a la gasolina
Shannon, dice que toma hasta 12 cucharaditas de combustible al día. Afirma que le provoca emoción al principio pero luego se quema la parte posterior de su garganta.
Incluso la madre de Shannon, dice que se vió obligada a enfrentarse a su hija sobre su compulsión peligrosa cuando empezó percibir el tufo que desprendía.
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