La masacre de la plaza Tiananmen
Mañana se cumplen 20 años de la masacre de Tiananmen inmortalizada por esta fotografía de AP. Refleja como ninguna otra la insignificancia del individuo frente al Estado. Este es, más o menos, el otro mundo posible al que aspira la izquierda.
El 4 de junio se cumplirán 20 años de una de las represiones más feroces y masivas que se recuerden en China: la masacre de la plaza Tiananmen, donde la cantidad de heridos, que protestaban por libertad, se calcula en 10 mil.
Después de siete semanas de protestas pacíficas, muchos fueron asesinados, y aunque uno de cada diez pequineses participó en la manifestación que hizo tambalearse al PCCh, saben que hoy es peligroso hablar de ello.
El Ejército no sólo cargó contra los estudiantes, sino también contra los vecinos que miraban desde los balcones, por lo que allí, a 4 kilómetros al oeste de la plaza, fue donde murió la mayoría.
CALMA APARENTE
En comparación con lo que ocurrió hace una década, la calma aparente de Tiananmen sugiere que el Gobierno confía más en su poder y en la opinión pública, ahora que la población vive mejor en general.
Antes del décimo aniversario de la represión, la plaza estuvo meses cerrada al público y las autoridades dijeron que necesitaba reparaciones.
Unas 30 personas siguen cumpliendo condena por sus actividades en 1989, de acuerdo con la organización de derechos humanos formada en San Francisco Dui Hua. Otros están en prisión por continuar con su activismo tras ser puestos en libertad. Cientos de líderes de las protestas permanecen en el exilio.
En una señal de nerviosismo, China bloqueó el martes el acceso al popular servicio de Internet Twitter, al servicio de intercambio de fotografías Flickr y al proveedor de correo electrónico Hotmail. Las transmisiones extranjeras sobre el aniversario también fueron cortadas.
La policía impidió que al menos cuatro equipos de televisión extranjeros grabaran en la plaza de Tiananmen en la semana anterior al aniversario.
Se ha advertido a las universidades chinas que mantengan vigilados a los extranjeros en sus departamentos. Se instruyó a los taxistas para que estén atentos respecto a los pasajeros sospechosos, especialmente con aquellos que se dirijan a la plaza de Tiananmen.
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