El mayor del matrimonio Long, siempre imaginaba cómo jugaría
al básket, al fútbol americano o cómo montaría en bicicleta con su hermanito pequeño.. Un sueño que haría realidad, pese a las adversidades...
Un niño corre triatlones, con su hermano que sufre parálisis cerebral
Con cuatro años no entendía como su hermano pequeño no podía moverse. Sus padres le explicaron que a los cuatro meses de nacer, los médicos descubrieron que Cayden padecía una parálisis cerebral, que genera rigidez de movimientos e impide a quien la sufre caminar o hablar.
La enfermedad de Cayden ha reforzado su relación con Conner. Con el
paso del tiempo se ha convertido en su mejor amigo. El mayor de los Long
se desvive por su hermano, ya sea cuidándolo, dándole de comer y, sobre todo, juegando con él.
Ahora, a sus siete años Cayden va a la escuela en autobús cada día como
cualquier niño de su edad. “Tras el dolor inicial de ver que tu hijo
no será como los demás, llegas a la conclusión de que él no ha de vivir
recluido en casa, de que Cayden podía hacer muchas cosas, sólo era
cuestión de voluntad. Si se quiere, se puede”, comenta Jenny Long, madre
de Conner y Cayden.
A Conner le dolía no poder practicar deporte junto a su hermano hasta que un día el destino le dió una oportunidad. En la primavera de 2011, Jenny leía en la revista Sumner Parent un artículo sobre el Triatlón The Kids Nashville. Los ojos de Conner se iluminaron al ver a niños como él en el agua,
encima de una bici y en plena carrera. “¿Puedo participar con Cayden?”,
preguntó a su madre. El corazón de Jenny dio un vuelco. “Nunca le
quieres decir que no a tu hijo, no supe qué contestar”, recuerda.
Jeff, padre de los Long, contactó con los organizadores. Esta prueba
había tenido participantes con necesidades especiales como niños con
diabetes o que les faltara algún miembro, siempre ayudados por alguno de
sus padres, pero nunca por un hermano de corta edad. Los Long
recurrieron también a Mandy Gildersleeve, un entrenador de triatlón
juvenil de Florida, que les facilitó el material necesario para tomar la
salida.
En junio de 2011 el sueño se convirtió en realidad. Conner se lanzó al
agua para completar los 100 metros de natación. Una cuerda le unía con
una balsa en la que viajaba Cayden. Luego llegaron cinco kilómetros en
bici. Gildersleeve le acompañó en una moto, que llevaba enganchado un
transportín con Cayden. Pero Conner quería pedalear con su hermano y
cubrió los últimos metros con dicho transportín en la bicicleta.
Quedaba el último tramo. Casi un kilómetro de carrera. Conner se calzó
los zapatillas, mientras sentaban a su hermano en un carrito. Zancada a
zancada cubrió la distancia, mientras empujaba a su compañero de
aventura. Eran dos hermanos felices.
La presencia de los hermanos Long se ha convertido en habitual en otras
carreras. Ya han participado en 14 eventos, incluido un Iron Kids en
Georgia. Siempre los dos juntos. Quizá pronto sean un equipo de tres. El
pequeño Cooper (3 años) se perfila como un posible integrante del
TeamLong Brothers. Por muchas medallas que cuelguen de su cuello, para
Conner no hay mejor premio que ver feliz a su Cayden.
No hay comentarios:
Publicar un comentario