Bryon Widner soportó más de 16 meses de cirugía, que le costaron más de 21.000 dólares, para borrar los símbolos del racismo y el odio, que se tatuó en el cuello y rostro, para formar una familia.
Borrando su pasadoLas imágenes de intimidación, como una navaja ensangrentada con la palabra ODIO, impidieron que el Widner se adaptara a la sociedad y encontrara trabajo.
Incluso en su desesperación, quiso rociarse ácido a su cara para limpiar sus características, pero su esposa acudió a un grupo de activistas para pedirles ayuda. La operación fue realizada con un láser que le provocó que sus manos y cara se hincharan, quedando quemada y cubierta de ampollas.
Y es que Widner odiaba a los negros. Precisamente fue una mujer negra que lo abrazó, después de la eliminación de la palabra odio y gritando le dijo: “Yo te perdono”.
Incluso en su desesperación, quiso rociarse ácido a su cara para limpiar sus características, pero su esposa acudió a un grupo de activistas para pedirles ayuda. La operación fue realizada con un láser que le provocó que sus manos y cara se hincharan, quedando quemada y cubierta de ampollas.
Y es que Widner odiaba a los negros. Precisamente fue una mujer negra que lo abrazó, después de la eliminación de la palabra odio y gritando le dijo: “Yo te perdono”.
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