Divertida broma que ya se ha convertido en un clásico de Halloween, ya que dejan un muñeco del tamaño de un niño frente a la puerta de una casa, con aspecto escalofriante.
¿Dulce o truco?La gente piensa que es un niño pidiendo caramelos pero su aspecto macabro y el hecho de que no se mueva, empieza a ponerles cada vez más nerviosos. Sólo algunos valientes se atrevieron a probar si había alguien disfrazado debajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario