El turno le tocó la primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt, quien al acercarse a saludar a su homólogo Silvio Berlusconi, el audaz se gira y agacha la cabeza centrando su mirada en su trasero.
El terrible Berlusconi ataca de nuevoLo que no contó el dirigente italiano es que las cámaras estaban allí para recoger la escena, haciendo lo que más le gusta: Morbosear sin tapujos a las damas del lugar.
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