Al parecer se encontró que se había estado pagando por sus servicios a varios médicos y enfermeros que en realidad no estaban trabajando ¿Pero cómo lograron mantener integro su registro de asistencias biométrico?
Los dedos de silicona
Todo el teatro se cayó porque se descubrió en infraganti a la doctora Thauane Nunes Ferreira, del Servicio Médico de Atención Móvil de Urgencia (Samu), quien estaba checando por sus compañeros con los dedos de silicona.
Tras dos semanas de investigación Ferreira fue arrestada y cinco más de
sus compañeros involucrados fueron destituidos de sus cargos.
Sin embargo la doctora asegura ser solo una víctima, pues según ella fue Jorge Cury, el coordinador del Samu, quien organizó todo y que de no haber seguido su plan la habría despedido.
Por su parte Cury dijo: “El secretario de salud me
llamó y fui a la estación de policía. ¡Esto es absurdo! Soy funcionario
de la ciudad desde hace 25 años. Nunca supe eso. Voy al Samu todos los domingos y nunca falta nadie. Justo hoy (domingo) no fui”. Seis médicos le pagaban unos $2.400 dolares (cada uno) a Cury, para no trabajar los cuatro turnos de 24 horas mensuales que deben hacer cada domingo.
Mientras tanto el Ministerio de Salud dijo que lanzará su propia auditoría en el hospital. Aunque no puede decirse que era una situación desconocida pues el mismo alcalde de la ciudad Acir Filló cree que alrededor de 300 empleados públicos de diferentes áreas están cobrando sin ir a trabajar, aunque por ahora solo ha tomado cartas en cuanto al Samu.
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