El Dr H. H. Holmes era un hombre elegante, bien vestido, que seducía con facilidad y se ganaba la confianza de sus huéspedes para luego darles vire en su sótano de torturas.
El hotel de la muerte

Durante la construcción del hotel recurre a muchas empresas de construcción a las que despedía al poco tiempo y nunca pagaba.
- Con más de 60 habitaciones
- Muchas trampillas, escaleras ocultas
- Pasadizos secretos
- Cuartos sin ventanas
- Toboganes que conducirán al sótano
- Puertas corredizas que daban a un complejo laberinto de pasillos
El sadismo y la sofisticación de Mudgett eran tales que gustaba de torturar a sus víctimas antes de asesinarles. Tenía una habitación con instrumentos de tortura. Si alguna víctima trataba de escapar de su cautiverio sonaba una alarma en las dependencias de Mudgett el asesino. La Policía dedujo que hubo victimas que estuvieron meses cautivos antes de su muerte.
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