Un artículo publicado en el 2005 por Stephen J. Dubner y Steven D. Levitt, en el New York Times, trata sobre el estudio científico que realizaba con monos capuchinos y la cuál señala sus más grandes pasiones que tienen en la vida: comer y el sexo.
¿Qué pasa cuándo le dan un dólar a un mono?El artículo en cuestión menciona sobre el trabajo cinetífico que realizaban con monos capuchinos, que con grandes dosis de paciencia, el concepto del dinero a los pequeños primates. El experimento consistía en darle un dólar a un mono y ver qué hacía con él. Así que se le entregaba pequeñas piezas redondas a los monos; después, les mostraban bandejas con hasta 12 elementos (uvas, galletas o malvaviscos) que podían canjear por sus monedas. Pronto los gustos de cada mono quedaron claros. Más tarde, se introdujo el concepto de reducción de precio. Cuando por ejemplo, hacían caer el precio de la gelatina (les daban dos por una sola moneda) los monos compraban menos uvas y destinaban racionalmente más dinero a la gelatina.
Poco después se les enseñó un par de juegos como el 'tragamonedas'. En uno de ellos, primero le daban al capuchino una uva y luego una moneda que, dependiendo de si caía de cara o cruz, podía hacerles ganar una uva extra. En el segundo de los juegos, al mono comenzaba poseyendo ya la uva extra, que dependiendo del lanzamiento de la moneda podía perder o finalmente comer.
Pese a que el juego es intrínsecamente igual en ambas variedades, los monos demostraron cierta irracionalidad prefiriendo el juego en el comenzaban con las dos uvas a la vista. Para sorpresa de los científicos, cuando el experimento se llevó a cabo con humanos, las preferencias irracionales del Homo sapiens resultaron idénticas en casi la misma proporción que las de los capuchinos.
Pero, ¿entendían los monos realmente el concepto de dinero? Para descubrirlo se propusieron aprovecharse de su apetito sin fondo. Cuando en un experimento se les dió a los monos pepino cortado en rodajas (hasta ese momento se les daba en cubos) un capuchino intentó hacer pasar su rodaja por una moneda para comprar algo más dulce. ¿Estabamos ante el primer mono falsificador? Todo parecía indicar que en efecto los capuchinos conocían el poder del dinero, aunque al parecer desconocían el concepto del ahorro ya que en toda ocasión canjeaban sus monedas de forma inmediata por comida.
Así mismo, un mono que había perpetrado una especie de fuga saqueo de TIA y atracó al banco. Durante el revuelo que se llevaron la bandeja con frutas, aunque lo más asombrosó que pasó ese día fue, que en un rincón de la jaula, se observó como una mona aceptaba una moneda de un caluriento macho a cambio de un poco de sexo. Tras concluir el acto la hembra canjeó su moneda por una uva. Siendo testigo del primer acto de prostitución capuchina de la historia.
Si hay algo cierto es que cuanto más estudiamos a los animales, más se empeñan en recordarnos a cierta especie racional que compra más cuando baja deprecio, responde de forma irracional al juego, se olvida de ahorrar, roba cuando puede... y sobretodo gasta su dinero en sexo.
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