Dmitri Agárkov, decidió dar una cucharada de su propia medicina a un banco que le ofreció una tarjeta de crédito..
Otra víctima de las letras pequeñas... El Banco
Resulta que el banco en linea Tinkoff Credit Bank Systems (TKS), ofreció una tarjeta de crédito a Dmitri. Solo tendría que firmar el contrato que le enviaron, firmarlo y escanearlo para mandarlo de vuelta al banco. Y lo hizo pero no sin antes hacer unas modificaciones significativas, ¿cuáles fueron?
Por increíble que parezca, la compañía no notó los cambios y aprobó la tarjeta y Dmitri comenzó a utilizarla y al cabo de 2 años, TKS canceló la tarjeta debido a atrasos en los pagos, y dos años después lo demandó para recibir 1.363 dólares que se acumularon del adeudo y los respectivos intereses.
Pero de pronto: ¡SORPRESA!, no era el contrato que TKS esperaba y por desgracia el tribunal decidió que era totalmente válido al considerar que el cliente tenía derecho a proponer sus propias condiciones.
Y de acuerdo al documento, TKS debe al menos unos 727.000 dólares por violación de varias clausulas, ¿qué pasará? Aún no lo sabemos, pero el banco sigue asegurando que lo único que Dmitri recibirá será una condena por fraude.
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