Se trata de un joven con discapacidad mental que ha
ayudado durante toda la temporada al entrenador del equipo de instituto
Coronado de El Paso (Texas).
Una historia de deporte y superación
Mitchell Marcus tenía el cariño de toda la plantilla y de los aficionados y fue
homenajeado por el entrenador, Peter Morales, para que participe en el
último partido de la temporada contra el instituto de Franklin.
Cuando ya estaba decidido el encuentro y su equipo ganaba por diez
puntos, el técnico le sacó a un minuto del final, decisión que hizo que
la pista se viniera abajo y los aficionados corearan su nombre.
Marcus, se quedó durante varios ataques
junto a la canasta rival con el objetivo de anotar una canasta. Falló
varios intentos y se quedó frustrado.
Pero cuando quedaban solo unos segundos un jugador rival, Jonathon
Montañez, le cedió la pelota, y Marcus pudo anotar, lo que hizo estallar
de júbilo a toda la afición, que llegó a invadir la pista para levantar
en brazos al chico. “Fui educado para tratar a los otros como quieres
que te traten. Simplemente pensé que Mitchell merecía su oportunidad”,
dijo Montañez al canal CBS.
La madre de Mitchell se encontraba en las gradas en ese momento: “Creo
que lloraré durante el resto de mi vida. Él no era capaz de anotar, pero
esperaba que fuera feliz con al menos jugar el partido”. El entrenador,
otro de los protagonistas de tan bella historia, aseguró: “Es una
persona fantástica, nuestro equipo ama estar a su alrededor”.
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