Hace dos sábados me levanté muy asustado de mi sueño mañanero. La causa: "Una voz ronca del mismísimo magistrado de esta nación". Como la ruca era poderosa, no tuve otra alternativa que dejarme embaucar, una serie de disparates y taradeses sin razón aparente, que este audaz decía.
Su padre, Juan Vicente Bolívar y Ponte y su madre, doña María de la Concepción Palacios y Blanco, pertenecían a la aristocracia caraqueña, con los títulos nobiliarios de Marqués de Bolívar y Vizconde de Cocorote. Bolívar es considerado por sus acciones e ideas el "Hombre de América" y una destacada figura en el mundo entero.
PELUCÓN ESTADISTA
Su padre fue don Manuel Alfaro y González, republicano español natural de Cervera del Rio Alhama (Rioja) el cual llegó al Ecuador en calidad de exiliado político. Logró establecerse como un próspero comerciante. Eloy Alfaro fue valeroso hasta la muerte, buscaba una transformación radical en su país, de la cual sigue siendo ejemplo inigualable.
PELUCÓN ILUSTRE
Su padre fue el Capitán Miguel Olmedo y Troyano, natural de la Villa de Armijos, Obispado de Málaga, España. Ocupó en Guayaquil el cargo de Tesorero y Comisario de Guerra para la expedición al Marañón y se quedó de Oficial del Fortín de San Carlos dedicado al comercio, dueño de las fragatas "San Isidro" y "San Fermín". Su madre fue Ana Francisca de Maruri y Salavarría, de la antigua nobleza vasca asentada en la cuenca del Guayas. José Joaquín de Olmedo es recordado como uno de los mejores guayaquileños, a la cual dedicó su vida entera a quererla y adorarla.
Por eso ahora me pregunto ¿QUÉ TIENE DE MALO SER PELUCÓN? Si son aquellos que, con sus obras hacen la diferencia, "Yo también quiero serlo".
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