Aunque parecería un mito, pero Frank Hayes, es el único jockey muerto que ganó una carrera a lomo de un caballo.
Un muerto ganó la carrera de Belmont Park
Nueva
York, febrero 1923. El ayudante de establo Frank Hayes soñaba con tener
la oportunidad de ser jockey, y convenció al dueño del pura sangre
“Sweet Kiss”, para que le dejara montarlo en la carrera de Belmont Park.
Pero
la perseverancia de Frank tuvo sus frutos; el propietario de la yegua Sweet Kiss, aceptó que ese mozo de cuadra la
montara, entre otras cosas porque no tenía muchas posibilidades de ganar
en su próxima carrera.
Y
llegó el día, Frank se alineó con su yegua Sweet Kiss en la salida. Las
apuestas marcaban claramente que muy pocos confiaban en
una yegua sin muchas posibilidades sobre el papel, montada por un
"viejo" desconocido de 35 años que solo había montado en una ocasión,
hacían que se pagase 20 a 1.
¡Y comenzó la carrera! ... Cuando se llevaba recorrida la primera milla
era difícil poder imaginarse quién estaba mas sorprendido, si los
espectadores o el propio Frank Hayes, ya que él y su yegua se
encontraban en primera posición a mas de 2 cuerpos por delante de los
favoritos de la carrera. Los
dos jockeys estuvieron mucho tiempo emparejados, sus cabalgaduras cabeza
con cabeza en un intento de no quedar atrás para poder tener opciones
en los momentos finales de la carrera. El favorito parecía avanzar más
en el terreno liso y Frank y su yegua recuperaban lo cedido en cada
salto.
Ya
en la recta final, Sweet Kiss se desvió en el último salto, algo había
sucedido, algo que hizo que la yegua casi se golpeara con otro caballo. A
pesar de ello se enderezó y empezó a galopar con fuerza lo que la
permitió llegar a la meta con un cuerpo y medio de ventaja sobre el
segundo clasificado. ¡Frank y su yegua habían ganado la carrera! Esa victoria, por
inesperada, constituyó una enorme alegría para el propietario de Sweet
Kiss, ya que había
ganado la carrera.
Pero
algo no estaba bien; los espectadores observaron que Frank no estaba
erguido sobre la yegua, estaba tumbado sobre ella, no se movía.
Acudieron a comprobar lo que sucedía y, poco después, se certificó su
muerte por un ataque al corazón, haciendo a Hayes en el único jockey muerto en ganar una carrera.
Debido a este episodio, nadie querrá volver a montar a “Sweet Kiss”, que será apodado “el dulce beso de la muerte”.