martes, 27 de enero de 2009

EL CIRUJANO CLANDESTINO

Dr. HAMILTON NAKI
Pese a la clandestinidad y discriminación jamás dejó de dar lo mejor de sí mismo:
su pasión por ayudar a vivir.


Hamilton Naki, un sudafricano negro de 78 años, murió en mayo de 2005.
La noticia no apareció en los periódicos, pero su historia es una de las más extraordinarias del siglo XX. Naki era un gran cirujano.
Fue él quien retiró del cuerpo de la donante del corazón que fue transplantado a Louis Washkanky en 1967, en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, en la primera operación de transplante cardíaco humano con éxito.
Es un trabajo muy delicado. El corazón donado tiene que ser retirado y preservado con el máximo cuidado.




Naki era el segundo hombre más importante del equipo que hizo el primer transplante cardíaco de la historia. Pero no podía aparecer porque era negro en el país del apartheid.






El cirujano jefe del grupo, el blanco Christian Barnard,
se transformó en una celebridad instantánea.



Pero Hamilton Naki no podía salir en las fotografías del equipo.
Cuando apareció en una, por descuido, el hospital informó que era un empleado del servicio de limpieza.

Naki usaba bata y mascarilla, pero jamás estudió medicina ni cirugía. Había abandonado la escuela a los 14 años. Era jardinero en la Escuela de Medicina de Ciudad del Cabo.

Se transformó en un cirujano excepcional, hasta tal punto que el Dr. Barnard lo requirió para formar parte de su equipo.



Era un problema para las leyes sudafricanas.
Naki, negro, no podía operar pacientes ni tocar sangre de blancos.


Pero el hospital le consideraba tan valioso que hizo una excepción con él.
Se transformó en cirujano... pero clandestino.

Pero eso no le importó.
El siguió estudiando y dando lo mejor de sí, pese a la discriminación.



Era el mejor. Daba clases a los estudiantes blancos, pero ganaba salario de técnico de laboratorio, el máximo que el hospital podía pagar a un negro.











Vivía en una barraca sin luz eléctrica ni agua corriente, en un gueto de la periferia, como correspondía a un negro.



Cuando el apartheid terminó, le concedieron una condecoración y el título de médico honoris causa.


Christian Barnard Hamilton Naki
Nunca reclamó por las injusticias que sufrió a lo largo de toda su vida.
Dr. Naki, por todo cuanto lograste para la humanidad por encima de tus propios intereses, gracias.

lunes, 19 de enero de 2009

VOLUNTAD DE ACERO

Oscar Pistorius (Sudafricano-Pretoria, 1986)
Espíritu Indoblable

No nació sin piernas. Se las amputaron cuando tenía sólo 11 meses.














Sus padres –atribulados antes y después de la operación por los dolores del niño– lo hicieron aconsejados por los especialistas, que no veían salida a aquellas extremidades que habían salido del útero materno sin peronés ni tobillos.
Al principio las cosas fueron muy bien. En sólo seis meses, el pequeño Oscar correteaba de un lugar a otro con sus pequeñas prótesis. Luego la cosa se complicó. Vino el colegio y los niños burlones se la velaban al lisiado y éste se zafaba como podía de sus burlas.
Pero para él eso no fue nunca un obstáculo. El gozó desde niño de un sexto sentido para el deporte. Y practicó un buen puñado de ellos. Primero el rugby y el waterpolo, más tarde la natación, y en este momento– el atletismo.
"Yo no soy un inválido, simplemente no tengo piernas“
“Además, todo el mundo tiene alguna discapacidad … las peores son las del espíritu”

En el atletismo lo acompaña una voluntad de acero, un insaciable espíritu competitivo y dos prótesis con las que engaña a la naturaleza. Pisando sobre ellas, alcanzó la cima de la velocidad en los Juegos Paralímpicos de Atenas, en 2004, con un oro en los 200 metros y un bronce en la carrera de 100 m.

No contento con ello ha pulverizado desde entonces los récords mundiales paralímpicos de 100, 200 y 400 metros y ha llamado a las puertas de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) con la intención de ser el primer atleta sin piernas en competir contra atletas de elite.
Las prótesis que han dado fama a Pistorius son conocidas como cheetahs y las fabrica una firma especial en Islandia. Cada par cuesta más de 20.000 euros.
Sobre la mesa tiene dos ofertas de Hollywood para llevar su historia a la gran pantalla. En una le ofrecen interpretarse a sí mismo, en la otra proponen a un actor profesional.
Los patrocinadores también se lo disputan: presta su imagen a Visa, Honda, Ossur, Nike y Oakley

Oscar Pistorius, competirá en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. Su marca actual (46.56) está a apenas tres segundos del récord mundial y a sólo dos de la marca de la final de Atenas, esto no impediría, sin embargo, que el sudafricano se colara en el equipo sudafricano de 4 por 400.

miércoles, 7 de enero de 2009

Para el mejor de los amigos

UN REGALO PARA AQUELLOS QUE SIEMPRE ESTÁN AHÍ
PARA EL AMIGO EN QUE SIEMPRE PUEDES CONTAR

Aquí les enseño un video para que compartan y recuerden que: "La verdadera amistad nunca se olvida".